En un país de locuras y desvaríos,
Donde el caos y la tristeza son aliados,
Surge un poema que alivia los hastíos,
Un canto alegre que nunca ha sido olvidado.
En medio del cañón de la desesperanza,
Brota un manantial de risas sinceras,
Pues el humor es la balsa y la bonanza,
Que nos lleva a tierras nuevas y enteras.
Las noticias nos llegan como tormentas,
Un ciclón de problemas sin cesar,
Pero en vez de llorar, hagamos cuentas,
De chistes y carcajadas sin parar.
Imagina un amanecer radiante,
Donde el sol brilla con fuerza renovada,
El cielo despejado, un instante,
Y el amor en los corazones, anhelada morada.
Las penas se disuelven con un guiño,
La tristeza se transforma en carcajada,
En cada risa, un nuevo comienzo digno,
Un presente donde el alma está liberada.
Así que riamos de lo trágico y absurdo,
Bailando con la vida en su caos y esplendor,
Encontremos en el humor, siempre agudo,
La llave que abre puertas a un mundo mejor.
Que cada risa sea un paso adelante,
Hacia un futuro lleno de esperanza,
Donde el país se reinventa constante,
Con risas, amor y una nueva bonanza.
Así que riamos con el corazón ligero,
De las heridas de la cruda realidad,
Pues en el humor encontramos el sendero,
Hacia un futuro lleno de prosperidad.
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